PERSPECTIVA
COLONIAL
Estoy
llevando a cabo una investigación sobre Las pinturas murales que se hicieron en los siglos XVI y XVII en la ciudad de Tunja, en las casas civiles y conventos más representativos de la ciudad.
Por lo tanto, parto de hacer un análisis del pensamiento y de la
cultura colonial, y como está
identificada la estructura
cultural de América latina. Para tal efecto, voy a valerme de cinco autores que sirvan para identificar dicho
origen y lineamiento cultural, los cuales son Walter D. Mignolo,
Marcello Carmagnani, Joaquín Barriendos, Luis
E Nieto Arteta y Mauricio Tenorio Trillo.
Entonces,
para desentrañar las características del
pensamiento colonial y su herencia cultural, habría que empezar por identificar como se origino y estructuro lo que hoy se
entiende por América, para tal caso se
iniciara haciendo referencia a “América en el horizonte colonial de la
modernidad”[1] El autor inicia su texto
explicando cómo fue el surgimiento del continente americano, no sólo
desde su “descubrimiento” sino
desde su denominación, y como tomaron tal fuerza en la conciencia
colonial que se excluyo a
los pueblos nativos, como protagonistas de su propia historia imperando
en ellos “la Colonialidad del ser”.
Es decir los conquistadores europeos dictaminaban la manera de contar y
visualizar la historia exclusivamente desde su perspectiva colonial.
De
esta manera el conocimiento del continente y la apropiación de América, se
lleva a lo largo de todo un proceso, en el que se
encuentran experiencias y relatos de
dominio y poder europeo como única
forma de “ser” y dimensionar el mundo dejando en total marginación lo indígena,
negro, mulato y mestizo, y hasta lo criollo, convirtiéndolos en un objetivo
civilizador y evangelizador. Y también hace ver que la
modernidad europea determino unos valores apoyados en la lógica de la
Colonialidad,[2]
Es decir que gracias a la colonia Europa
entro en la etapa de la modernidad valiéndose de sus formas de conocimiento, sus cimientos históricos, la
lengua, en fin, todo determinado y proyectado desde su entendimiento sobre el mundo.
Pues
bien, Mignolo hace ver como la colonialidad transformo el pensamiento y la
conducta de los nativos americanos, encaminándolos bajo y la óptica colonial como única y total y
además como la conquista hizo entrar a
Europa a la modernidad. Es evidente para el autor que la colonialidad dejo la poscolonialidad, la cual se encuentra
articulada estructuralmente por la primera. Esto hace que se mire la herencia
colonial de manera reflexiva y se analice
que queda actualmente de ella y
en que se ha cambiado, o será que
esta tan permeada dentro de la cultura
latinoamericana que pasa inadvertida y
se asume de manera natural, o más bien no se asume, estos son interrogantes que
hay que analizar y estudiar para hacer uso de una conciencia histórica.
Bueno, ahora por otro lado Carmagnani[3]
hace una descripción de la transformación social que hay en el continente
Americano desde la colonia hasta la el siglo XIX y como se logra difuminar un
poco la estructura colonial como la
tradición y dominación colonial se
vuelve base de la estructura social del continente latino Americano, recalcando
características claves de la estructura social tales como: las fiestas
religiosas, la estructura servil y clientelista de la población, las divisiones
sociales marcadas y esquematizadas dentro de un contexto europeo, partiendo
específicamente de costumbres
propias de España y Portugal, por su definición familiar y la prestancia que debían tener como signo
de poder y legitimidad frente a los “otros”,
quienes
se encontraban desplazados y
por debajo de dichas familias, y
como esta organización estamental[4]
sirvió en el siglo XVIII para que los
mestizos y mulatos que no tenían rango alguno por sus propios medios en las
milicias urbanas empezaran a ascender y escalar posiciones para lograr lo que
la colonia nunca les dio, reconocimiento social.
Algo muy importante que comenta el autor es
relacionado con el tipo de vivienda criolla de elite, su ubicación y distribución espacial dentro del contexto
urbano y la relevancia
que adquiría dentro de la ciudad, este
dato es interesante para el estudio de las casas civiles más representativas de
Tunja en el siglo XVI, ya que esto ayuda a desentrañar algo del origen de su repertorio
iconográfico y una definición de
su intensión en dichas casas.
Además
relata el manejo de las relaciones
comerciales y la forma como se expandieron las ciudades capitales, las cuales, crecieron y cambiaron arquitectónicamente su
estilo barroco por el neoclásico en el siglo XIX y en
el en el transcurso de este, según el autor se perciben cambios
sociales a favor de lo popular, logrando difuminar un poco las
diferencias sociales pero sin olvidar la corporeidad colonial inicial. Así se crean nuevas condiciones dentro del esquema ya establecido por los
conquistadores. Esto quiere decir que para Carmagnani los cambios que se han
suscitado en América Latina después de la colonia, no han sido radicales ya que
no se abolió la estructura anterior colonial sino que simplemente se reformo y acondiciono manteniéndose así parte de su mecanismo al cual se le han ido adicionando con el tiempo elementos
originarios de otros lugares,
bajo otras visiones, por ende generando nuevas lecturas y selecciones
recortadas de las mismas, incorporándose a
la actualidad de la cultura latino Americana.
Teniendo
en cuenta lo anterior se podría
decir que el continente latino Americano desde su origen a tenido que vivir un proceso
de acoplamiento y adaptación ligado
totalmente a la cultura y percepción europea, empezando porque el mismo concepto de América es
Europeo luego siempre se ha estado
determinado bajo el lente de la cultura occidental.
Ahora,
para continuar con estas percepciones,
es pertinente citar el texto de Joaquín Barriendos[5]
quien realizo un ensayo en el que describe como se originaron las visiones y
las identificaciones de lo indígena a partir de la mirada europea en la colonia y los cuestionamientos que generan y
producen, aquellos regímenes visuales, para dicho estudio parte de las propuestas de Aníbal Quijano y de Walter
Mignolo, buscando identificar lo que se entiende por colonialidad del ver partiendo del carácter eurocéntrico del saber etnográfico,
las cartografías imperiales y las jerarquías coloniales, como elemento de
formación y construcción en los siglos XVI y XXII.
Su estudio lo inicia describiendo como
los primeros cronistas percibieron el Nuevo
Mundo haciendo evidente la
inferioridad de sus habitantes y la lucha contra lo indígena por su
irreligiosidad y predisposición al canibalismo, convirtiéndose ente en el
principal argumento evangelizador, pretendiendo redimir a los aborígenes de
dichos comportamientos dividiéndolos en el buen
salvaje y el mal salvaje y como este se convierte en un elemento de
discriminación de lo que es y de lo que debe ser según la óptica colonial, la
cual estaba sujeta al racismo y al exclusión de la diferencia, entonces en esa concepción del mundo es donde opera la
colonialidad del ver caracterizándose
por concebir la imagen
como un elemento de
poder y de saber dictaminado desde la perspectiva colonial,
la cual evidentemente anula
todo lo relacionado con el mundo indígena. Y
como esa colonialidad logra
mantenerse inmersa en la estructura cultural
latinoamericana, para esto el autor propone descomponer ese imaginario poscolonial, para empezar a
generar otras miradas frente a lo que nos dejo el esquema colonial.
Este ensayo tiene una postura muy
interesante sobre la manera como se genero no solo la imagen sino lo que debía
decir y referir la imagen desde el
imaginario occidental, y como esta manera de estructurar la imagen ha
acompañado la historia de América desde
su origen hasta la actualidad, dejando ver que lo indígena se mantuvo
desde una posición subalterna ajena a la
colonialidad del ser. Esta interpretación sobre la visión de la
estructura colonial es de
importancia, para interpretar y comprender, cuáles fueron los intereses de los
conquistadores a la hora de realizar dichas pinturas murales en Tunja en el
siglo XVI, develar cual era su intensión y que buscaban reflejar a la comunidad colonizada, ya que esa manera de
reflejarse era una manera de definir lo
otro, lo que no era.
Para
Arteta[6] La
política siempre ha estado ligada y
representada en la cultura colombiana, unión, que para el autor se
origina desde el descubrimiento de América y de las formas de colonialización realizadas por los conquistadores, las cuales
no permitieron una óptica distinta a la suya[7] y como desde
ahí se ha ido desarrollando un
discurso histórico de la vida social y cultural de Colombia, el surgimiento
de las Universidades, los avances y luchas de la expedición botánica, y su
exaltación por el conocimiento científico, el surgimiento de los periódicos y
las proclamas de la independencia nacional, el surgimiento de las
constituciones, el origen de la gran Colombia, las reformas y críticas
a la estructura de la economía colonial para 1850, el origen de los
partidos políticos, federalismo y centralismo y posteriormente liberalismo y
conservadurismo y sus posiciones opuestas los conservadores la tradición los
liberales el libre pensamiento, sus choque y luchas. La
constitución de 1886, el surgimiento del romanticismo, y también
características tales como la aprensión
a las costumbres coloniales a finales del siglo XIX y principios del siglo XX
en el altiplano cundiboyacense, identificado por sus formas de cultivo, sus tradiciones
religiosas y cánones de vida en general. Además explica el proceso lento de la
sociología colombiana y como ha llegado
a la época contemporánea, sin poder enjuiciar o comprender, la creación de la
cultura colombiana y termina catalogándola como irregular frente a otros países Latino americanos, y que gracias a la
realidad colombiana, y su mundo rico y diverso, la sociología se debe
al estudio de de nosotros mismos sin incurrir en los hechos de carácter exclusivamente histórico y que esto hace que la cultura, se abra a nuevos estudios y observaciones de sus
esencias y de sí misma.
Teniendo
en cuenta lo expuesto por Arteta se puede concluir que, el surgimiento de la
cultura colombiana está estrechamente relacionada con las estructuras de
colonialización europea inicial y que
desde entonces las transformaciones que se han suscitado dentro de la cultura
siempre han estado alineadas y permeadas por dicho origen,
no permitiéndole surgir y definir
algo netamente legitimo, quizás porque
nada de lo que tiene ha sido propio, sino mas bien apropiado, pero este contraste
hace también que la cultura colombiana
se muestre diversa y exuberante porque puede que lo ilegitimo, la mescla y la hibridación es lo que identifica su esencia y eso la hace rica y prodiga para los estudios sociológicos.
Para
terminar esta serie de autores se tendrá en cuenta a Mauricio Tenorio Trillo[8] quien hace una reflexión crítica del origen
de la historia cultural en Latinoamérica y sus líneas historiográficas.
Bueno inicia
diciendo que primero la historia debió
haber sido cultura antes de ser
historia, El autor argumenta que en América Latina no existe una nueva historia cultural sino más bien variados
esfuerzos desiguales de hecho, por
aproximar la historia y la cultura. Sobra decir que en cuando a historia cultural se parte de la historia de
las ideas o mentalidades luego “para la
historia decir el nombre de la cultura es autonombrarse”.
También
define el término cultura y cómo surgió el concepto de historia cultural y además
explica
cómo surgió el termino de Latinoamérica
y después como se instauro del Hispanoamérica. Y como de esta determinación empiezan a surgir preguntas de que es lo
hispanoamericano, que nos hace hispanoamericanos. Es más el autor comenta que
Gorman comenta que la mejor manera de salvarse
de la historia es salir de ella como es
el caso de América latina. En cual empieza a verse como el lado oscuro de América ya que este
justifica América anglosajona y como a
partir de esta denominación, los
intelectuales del siglo XX se preguntan que los hace y que los define como hispanoamericanos y no encuentran respuesta.
Entonces se empieza a relacionar con la esperanza la lucha y resistencia. Ahora
bien eso que nos hace hispano americanos será el hecho de compartir una
historia colonial el mestizaje, lo negro, lo indígena, lo mulato la religión, con la lengua. Las sociedades
sin clase. Anuqué a América latina no hay que verla desde el punto de vista de
una historia compartida sino de una
cultura compartida. Y la idea de América Latina
es una idea en constante reproducción y construcción.
Del
mismo modo comenta como estudiosos como1960 e Leopoldo Zea y Lewis Hanke impulsaron la idea de civilización latinoamericana en Estados Unidos
ellos originaron muchos estudios de la civilización de hispano americana. También
existen otros trabajos que buscan la identidad Latinoamérica con la literatura. Y exalta el trabajo de la
UNESCO en 1986 exalto a latino América
como unidad civilizatoria y después la
visualizo como un conjunto que tenía que estudiarse por sí mismo y se creó la facultad latino americana de ciencias
sociales y el consejo latino americano
de ciencias sociales. Al igual que los
intelectuales hispanos americanos ayudaron
a definir su concepto. Como José martí, che Guevara, Rubén Darío, Germán
Arciniegas entre otros. Y como empezaron traducirse textos para el público latino americano como Marx,
Hegel o Heidegger entre otros.
Así
mismo describe la manera como intervino
la historia de las mentalidades a partir de 1970 se empezaron a manejar
imaginarios y cultura popular manejada desde la historiografía y como la
historia de las mentalidades permite
hacer referencia a la cultura popular.
Esto trajo consigo no solo interpretarse América latina desde ahí si
no también la traducción textos sobre
vida cotidiana en Europa y como también desde estados unidos con Edward Palmer Thompson, Miller
entre otros se empieza a hablar de Latinoamérica y la historia social y lo que la caracteriza.
Finalmente
el autor indica que la historiografía
cultural latino americana ha definido
seis cuestionamientos de estudio, los cuales son:
1.
La relación entre modernidad, nación y estado
La
caracterización que tienen los países
modernizados y occidentalizados de América latina.
2. La
vida urbana y sus identificaciones no solo arquitectónicas sino culturales.
Vinculadas
las ciudades a espacio nación identidad y modernidad.
3. Las
inquietudes de la raza ligada a modernidad y nación preocupándose por una
construcción social y cultural.
4. Es
el estudio de de las culturas
prehispánicas y la conquista
Este estudio se combina con la historia
de las mentalidades y los imaginarios.
5. El
estudio de región y religiosidad como pensamiento e institución( el pecado la
brujería , la inquisición)
6. La
historia de las mujeres de lo femenino ( la familia la sexualidad)
Para concluir dicho ensayo propone tomar la historia como cultura y la
cultura como historia y que si se va hacer un estudio partiendo de la historia
cultural se debería ver de manera crítica y autocritica y hacer
a partir de esta un reconocimiento reflexivo de las formas de pensar y actuar que se han
llevado hasta hoy (viéndose como una angustia intelectual) Una
cultura histórica informada que desmitifique identidades y nos aleje de la
miopía histórica buscar la certeza
histórica. (Generar dudas sobre nuestras
visiones del mundo) una historia
de la cultura tiene que permitirse ir y
venir sin encontrar su solución final.
El
análisis crítico y descriptivo que hace
Tenorio Trillo, es muy bueno ya que argumenta de manera ordenada y clara como se ha estructurado el concepto de
cultura en hispano América y cuál debería ser su directriz, la cual considero es muy acertada porque la historia cultural
debería estudiarse e identificarse desde una mirada reflexiva y retrospectiva
sobre nuestras fallas y virtudes en la historia para tener mayor conciencia de
a personamiento a la hora de direccionarla. Pero sin embargo el confirma que el continente
hispano americano no ha podido
desprenderse de las formas de conocimiento y escuelas
europeas, ha sido una empresa imposible, siempre las raíces se toman de allí
así aquí se busquen perfilarlas a nuestras necesidades. Es decir que estamos perseguidos
todavía por la óptica colonial o más bien nosotros somos los que la perseguimos.
Aunque la diferencia actualmente es que
América latina se encuentra en la libertad de buscar sus propios caminos y sus
propias respuestas, de acorde a sus carencias y preocupaciones.
Pues
bien teniendo en cuenta dichas
argumentaciones por los autores anteriormente citados se podría concluir que la cultura Latino americana y la manera de contar su historia siempre ha estado alineada y permeada por
la formación del pensamiento y conocimiento eurocéntrico, teniendo claro
que el concepto de América surgió de la
colonia. Pero también hay que pensar
finalmente que la construcción
del mundo en general, igualmente se ha caracterizado por invasiones,
acoplamientos y dominios de unas culturas a otras y que la diferencia entre
ellos y nosotros es que han tenido una
gran cantidad de tiempo para definirlas aceptarlas, digerirlas y apropiarlas. Hasta hora se puede
decir que Hispano América está en ese proceso de identificación y de estudio definiendo sus propuestas y rutas, haciéndose
reflexiones de su origen y fondo ya que América latina ha vivido de manera brusca y accidentada lo que al viejo mundo y Asia
les tardo siglos y este es un largo proceso que como bien lo dice Trillo se
tiene que mover y asimilar entre en un
ir y venir.
En
cuanto a
la propuesta de mi tesis, estas reflexiones e indagaciones me sirven para definir históricamente y
críticamente los conceptos en los que se origino la
iconografía mural del siglo XVI en Tunja hallada en las casas civiles
y conventos, esta se justifica
y asume desde
un pensamiento totalmente
conquistador. Partiendo como primera medida de sus estilos artísticos los cuales, lograban
identificarlos según los
valores establecidos que ya traían
con ellos, y también está acompañado de la manera como los
colonizadores se querían reflejar frente a la sociedad colonial.
Como se querían hacer notar y percibir
frente al otro, señalando una línea no sólo de cómo se debe
entender el mundo sino de cómo se debe representar
artísticamente. Las pinturas
murales fueron una manera primigenia
de alfabetizar y de introducir al
nativo en la visión europea, estas
pinturas se caracterizaron por su representaciones religiosas y la manera como significaron sus emblemas de poder y jerarquía frente a los otros
ante lo que no era como ellos y por ende no valía, siendo sinónimo de barbarie. Aunque algo muy interesante de este trabajo
pictórico es que con el tiempo adquirió un americanamiento en sus
ornamentaciones, pero nunca dejo de dibujarse y diseñarse desde la óptica
colonial. Y hay quienes hablan de un sincretismo cultural como Gruzinski en su
estudio sobre la colonialización de lo
imaginario y describe como en la cultura mexicana las concepciones nativas estuvieron limitadas
en un contexto subalterno por la óptica colonial. Pero que ahora se
pueden explorar como elemento de estudio ya que no desaparecieron en su
totalidad y persistieron pese a la invasión colonial.
[1] Mignolo D Walter. La idea
de América Latina. Editorial Gedisa. Barcelona. 2005 La configuración
geopolítica de los instrumentos con que se medía la naturaleza de los seres
humanos en base a una idea de la historia que los cristianos occidentales la
única idea verdadera y aplicable a todos los habitantes del planeta, llevo al
establecimiento de una matriz colonial de poder a dejar determinados pueblos
fura de la historia para justificar la violencia en nombre de la
evangelización. La civilización más recientemente del desarrollo y de la
democracia de mercado. Pág. 30
[2] Ídem La lógica
de la colonialidad opera en cuatro dominios de la experiencia humana: (1)
económico apropiación de la tierra y explotación de la mano de obra y control
de las finanzas;(2) político control de la autoridad;(3) social control de
género y sexualidad, y(4) epistémico y subjetivo/ personal control del conocimiento y de la subjetividad. Pág.
36
[3] Carmagnani
Marcello. El otro Occidente América
latina desde la invasión europea hasta la globalización. Fondo de cultura
económica .México. 2004.
[4] Ídem La
consolidación de los criterios corporativos refleja hasta que punto se prolonga
en la sociedad americana la concepción estamental europea, fenómeno que se
evidencia también en la expansión del clientelismo. Pág. 85
[5] Barriendos
Joaquín. Apetitos Extremos la
colonialidad del ver y las imágenes de archivo sobre el canibalismo de Indias.
[6] Arteta Nieto L.
E. Ensayos
históricos y sociológicos. Instituto Colombiano de Cultura. 1978.Pag 229
[7] Ídem. Esa
cultura desaparece bruscamente. Es sustituida por la visión de la vida y del mundo que imponen
los españoles. Es lo que se denomina en los manuales de historia colombiana la cristianización de
los indios.
[8] Trillo tenorio
Mauricio. Historia general de América
latina vol. IX. Ediciones Unesco.
“Historia cultura y América Latina Las Dos Últimas Décadas Del siglo XX”
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