miércoles, 20 de marzo de 2013




PERSPECTIVA  COLONIAL

Estoy llevando a cabo una investigación sobre Las pinturas murales  que se hicieron en los siglos XVI y  XVII en la ciudad de Tunja, en las casas civiles  y conventos más representativos de la ciudad.   Por lo tanto, parto de  hacer un análisis del pensamiento y de la cultura   colonial, y como  está   identificada  la estructura cultural de América latina. Para tal efecto, voy a valerme de cinco  autores que sirvan para identificar dicho origen y lineamiento   cultural, los cuales son Walter D. Mignolo, Marcello Carmagnani, Joaquín Barriendos, Luis E Nieto Arteta y  Mauricio Tenorio Trillo.
Entonces, para desentrañar las características del  pensamiento colonial y su herencia cultural,  habría que empezar por identificar como  se origino y estructuro lo que hoy se entiende por América, para tal caso  se iniciara haciendo referencia a  “América en el horizonte colonial de la modernidad”[1]   El autor inicia  su texto  explicando cómo fue el surgimiento del continente americano, no sólo desde su “descubrimiento”  sino  desde su denominación, y como tomaron tal fuerza en la conciencia colonial  que se  excluyo a  los pueblos nativos, como protagonistas de su propia historia imperando en ellos “la Colonialidad del ser”. Es decir los conquistadores europeos dictaminaban la manera de contar y visualizar la historia exclusivamente desde su perspectiva colonial.
De esta manera el conocimiento del continente y la apropiación de América, se lleva a  lo   largo de todo un proceso, en el que se encuentran experiencias  y relatos de dominio y poder  europeo como única forma  de “ser” y dimensionar el mundo dejando en total  marginación  lo indígena,  negro, mulato y mestizo, y hasta  lo criollo, convirtiéndolos en un objetivo civilizador y evangelizador. Y también hace ver   que  la   modernidad europea determino unos valores apoyados en la lógica de la Colonialidad,[2] Es decir que gracias a  la colonia    Europa  entro  en  la etapa de la modernidad valiéndose de  sus  formas de   conocimiento, sus cimientos históricos, la lengua, en fin, todo determinado y proyectado desde  su entendimiento sobre el mundo.
Pues bien, Mignolo hace ver como la colonialidad transformo el pensamiento y la conducta de los nativos americanos, encaminándolos bajo   y la óptica colonial como única y total y además como la conquista  hizo entrar a Europa a la modernidad. Es evidente para el autor que  la colonialidad  dejo la poscolonialidad, la cual se encuentra articulada estructuralmente por la primera. Esto hace que se mire   la herencia  colonial   de manera reflexiva y  se analice  que queda actualmente de ella y  en que se ha  cambiado, o será que esta tan permeada  dentro de la cultura latinoamericana  que pasa inadvertida y se asume de manera natural, o más bien no se asume, estos son interrogantes que hay que analizar y estudiar para hacer uso de una conciencia histórica.  
 Bueno, ahora por otro lado Carmagnani[3] hace una descripción de la transformación social que hay en el continente Americano desde la colonia hasta la el siglo XIX y como se logra difuminar un poco la estructura colonial  como la tradición y dominación colonial   se vuelve base de la estructura social del continente latino Americano, recalcando características claves de la estructura social tales como: las fiestas religiosas, la estructura servil y clientelista de la población, las divisiones sociales marcadas y esquematizadas dentro de un contexto europeo, partiendo específicamente de   costumbres propias  de  España y Portugal, por  su definición familiar y la  prestancia que debían tener como   signo de poder y legitimidad frente a los “otros”,  quienes  se  encontraban  desplazados y  por debajo de  dichas familias, y como esta organización estamental[4] sirvió en el siglo XVIII para  que los mestizos y mulatos que no tenían rango alguno por sus propios medios en las milicias urbanas empezaran a ascender y escalar posiciones para lograr lo que la colonia nunca les dio, reconocimiento social.
 Algo muy importante que comenta el autor es relacionado con el tipo de vivienda criolla de elite,  su ubicación y  distribución espacial dentro del contexto urbano y la    relevancia que adquiría dentro de la ciudad,  este dato es interesante para el estudio de las casas civiles más representativas de Tunja en el siglo XVI, ya que esto ayuda a desentrañar algo del origen de  su repertorio  iconográfico y una definición  de su intensión en  dichas casas.
Además relata el manejo de  las relaciones comerciales y la forma como se  expandieron las ciudades capitales, las cuales,  crecieron y cambiaron arquitectónicamente su estilo barroco por el neoclásico en el siglo XIX  y en  el  en el transcurso de este,  según el autor se perciben cambios sociales  a favor de lo  popular, logrando difuminar un poco las diferencias  sociales  pero sin olvidar  la corporeidad colonial inicial.   Así  se crean nuevas condiciones  dentro del esquema ya establecido por los conquistadores. Esto quiere decir que para Carmagnani los cambios que se han suscitado en América Latina después de la colonia, no han sido radicales ya que no se   abolió la estructura anterior  colonial sino que simplemente se reformo  y acondiciono manteniéndose así parte de   su mecanismo al cual se le han ido  adicionando con el tiempo  elementos  originarios  de otros lugares, bajo otras visiones, por ende generando nuevas lecturas y selecciones recortadas de las mismas, incorporándose a  la actualidad de la cultura latino Americana.
 Teniendo  en cuenta  lo anterior  se podría  decir que    el continente latino Americano  desde su origen a tenido que vivir un proceso de acoplamiento y adaptación  ligado totalmente  a la cultura y  percepción europea, empezando  porque el mismo concepto de América es Europeo luego siempre  se ha estado determinado  bajo el lente de  la cultura occidental.
Ahora, para continuar con estas percepciones,  es pertinente citar el texto de   Joaquín Barriendos[5] quien realizo un ensayo en el que describe como se originaron las visiones y las identificaciones de lo indígena a partir de la mirada  europea en la  colonia y los cuestionamientos que generan y producen, aquellos regímenes visuales, para dicho estudio parte de  las propuestas de Aníbal Quijano y de Walter Mignolo, buscando identificar lo que se entiende por colonialidad del ver partiendo del  carácter eurocéntrico del saber etnográfico, las cartografías imperiales y las jerarquías coloniales, como elemento de formación y construcción en los siglos XVI y XXII.
Su estudio lo inicia describiendo como los primeros cronistas percibieron el Nuevo Mundo  haciendo evidente la inferioridad de sus habitantes y la lucha contra lo indígena por su irreligiosidad y predisposición al canibalismo, convirtiéndose ente en el principal argumento evangelizador, pretendiendo redimir a los aborígenes de dichos comportamientos dividiéndolos en el buen salvaje y el mal salvaje y como este se convierte en un elemento de discriminación de lo que es y de lo que debe ser según la óptica colonial, la cual estaba sujeta al racismo y al exclusión de la diferencia, entonces  en esa concepción del mundo es donde opera la colonialidad del ver caracterizándose por  concebir     la imagen como un elemento   de poder y de saber dictaminado desde la perspectiva  colonial,  la cual evidentemente  anula todo lo relacionado con el mundo indígena. Y como esa colonialidad logra mantenerse inmersa en  la estructura  cultural  latinoamericana, para esto el autor propone descomponer  ese imaginario poscolonial, para empezar a generar otras miradas frente a lo que nos dejo el  esquema colonial.

Este ensayo tiene una postura muy interesante sobre la manera como se genero no solo la imagen sino lo que debía decir y referir la imagen  desde el imaginario occidental, y como esta manera de estructurar la imagen ha acompañado la historia de América desde  su origen hasta la actualidad, dejando ver que lo indígena se mantuvo desde una posición subalterna ajena a la colonialidad del ser. Esta interpretación sobre la visión de  la  estructura colonial  es de importancia, para interpretar y comprender, cuáles fueron los intereses de los conquistadores a la hora de realizar dichas pinturas murales en Tunja en el siglo XVI, develar cual era su intensión y que buscaban reflejar a la  comunidad colonizada, ya que esa manera de reflejarse  era una manera de definir lo otro, lo que no era. 

   
Para Arteta[6] La política siempre ha estado ligada y  representada en la cultura colombiana, unión, que para el autor se origina desde el descubrimiento de América y de las formas de colonialización  realizadas por los conquistadores, las cuales no permitieron una óptica distinta a la suya[7]  y como desde  ahí   se ha ido desarrollando un discurso  histórico de la vida    social y cultural de Colombia, el surgimiento de las Universidades, los avances y luchas de la expedición botánica, y su exaltación por el conocimiento científico, el surgimiento de los periódicos y las proclamas de la independencia nacional, el surgimiento de las constituciones, el origen de la gran Colombia,    las reformas y  críticas  a la estructura de la economía colonial para 1850, el origen de los partidos políticos, federalismo y centralismo y posteriormente liberalismo y conservadurismo y sus posiciones opuestas los conservadores la tradición los liberales   el libre pensamiento, sus choque y luchas. La constitución de 1886, el surgimiento del romanticismo, y también características tales  como la aprensión a las costumbres coloniales a finales del siglo XIX y principios del siglo XX en el altiplano cundiboyacense, identificado por  sus formas de cultivo, sus tradiciones religiosas y cánones de vida en general. Además explica el proceso lento de la sociología colombiana y como  ha llegado a la época contemporánea, sin poder enjuiciar o comprender, la creación de la cultura colombiana y termina catalogándola  como irregular frente a otros    países Latino americanos, y que gracias a la realidad colombiana, y su   mundo rico y diverso, la sociología se   debe  al estudio de de nosotros mismos sin incurrir en los hechos  de carácter exclusivamente  histórico y que esto hace que  la cultura,  se abra a  nuevos estudios y observaciones de sus esencias y de sí misma.
Teniendo en cuenta lo expuesto por Arteta se puede concluir que, el surgimiento de la cultura colombiana está estrechamente relacionada con las estructuras de colonialización europea  inicial y que desde entonces las transformaciones que se han suscitado dentro de la cultura siempre han estado alineadas y permeadas  por dicho  origen,  no permitiéndole surgir  y definir algo netamente  legitimo, quizás porque nada de lo que tiene ha sido propio,  sino mas bien apropiado, pero este contraste hace también que la  cultura colombiana se muestre diversa y exuberante porque puede que  lo ilegitimo, la mescla y  la hibridación es lo que identifica su  esencia y eso la hace rica  y prodiga para los  estudios sociológicos.
Para terminar esta serie de autores se tendrá en cuenta a  Mauricio Tenorio Trillo[8]  quien hace una reflexión crítica del origen de la historia cultural en Latinoamérica y sus líneas historiográficas.
Bueno  inicia  diciendo que primero la historia debió  haber sido cultura antes  de ser historia, El autor argumenta que en América Latina no existe una nueva  historia cultural sino más bien variados esfuerzos desiguales de hecho,  por aproximar la historia y la cultura. Sobra decir que en  cuando  a historia cultural se parte de la historia de las ideas o mentalidades luego “para la historia decir el nombre de la cultura es autonombrarse”.
También define el término cultura y cómo surgió el concepto de historia cultural y además  explica  cómo surgió el termino de Latinoamérica  y después como se instauro del Hispanoamérica. Y como  de esta determinación  empiezan a surgir preguntas de que es lo hispanoamericano, que nos hace hispanoamericanos. Es más el autor comenta que Gorman comenta que la mejor manera de salvarse  de la historia es salir de ella como es  el caso de América latina. En cual   empieza a verse  como el lado oscuro de América ya que este justifica América  anglosajona y como a partir   de esta denominación, los intelectuales del siglo XX se preguntan que los hace y que los define como    hispanoamericanos y no encuentran respuesta. Entonces se empieza a relacionar con la esperanza la lucha y resistencia. Ahora bien eso que nos hace  hispano  americanos será el hecho de compartir una historia colonial el mestizaje, lo negro, lo indígena, lo mulato  la religión, con la lengua. Las sociedades sin clase. Anuqué a América latina no hay que verla desde el punto de vista de una historia compartida sino  de una cultura compartida. Y la idea de América Latina  es una idea en constante reproducción y construcción.
Del mismo modo comenta como estudiosos como1960 e Leopoldo Zea  y Lewis Hanke impulsaron la idea  de civilización latinoamericana en Estados Unidos ellos originaron  muchos estudios de  la civilización de hispano americana. También existen otros trabajos que buscan la identidad Latinoamérica  con la literatura. Y exalta el trabajo de la UNESCO en 1986  exalto a latino América como unidad   civilizatoria y después la visualizo como un conjunto que tenía que estudiarse por sí mismo y se creó  la facultad latino americana de ciencias sociales y  el consejo latino americano de  ciencias sociales. Al igual que los intelectuales hispanos americanos ayudaron  a definir su concepto. Como José martí, che Guevara, Rubén Darío, Germán Arciniegas entre otros. Y como empezaron traducirse textos  para el público latino americano como Marx, Hegel o Heidegger entre otros.
Así mismo describe la manera como intervino  la historia de las mentalidades a partir de 1970 se empezaron a manejar imaginarios y cultura popular manejada desde la historiografía y como la historia de las mentalidades permite  hacer referencia a la cultura popular.  Esto trajo consigo no solo interpretarse América latina desde ahí si no  también la traducción textos sobre vida cotidiana en Europa y como también desde estados unidos con Edward Palmer Thompson,  Miller  entre otros se empieza a hablar de Latinoamérica y  la historia social y  lo que la caracteriza.
Finalmente el autor  indica que la historiografía cultural  latino americana ha definido seis cuestionamientos de estudio, los cuales son: 
1. La relación entre modernidad, nación y estado
La caracterización que  tienen los países modernizados y occidentalizados de América latina.
2.     La vida urbana y sus identificaciones no solo arquitectónicas sino culturales.
Vinculadas las ciudades a espacio nación identidad y modernidad.
3.     Las inquietudes de la raza ligada a modernidad y nación preocupándose por una construcción social y cultural.
4.     Es el estudio de  de las culturas prehispánicas y la conquista
Este estudio se combina con la historia de las mentalidades y los imaginarios.
5.     El estudio de región y religiosidad como pensamiento e institución( el pecado la brujería , la inquisición)
6.     La historia de las mujeres de lo femenino ( la familia la sexualidad)

 Para concluir dicho ensayo    propone tomar la historia como cultura y la cultura como historia y que si se va hacer un estudio partiendo de la historia cultural se debería ver de manera crítica y autocritica  y hacer  a partir de esta un reconocimiento reflexivo  de las formas de pensar y actuar que se han llevado hasta hoy (viéndose  como una angustia intelectual) Una cultura histórica informada que desmitifique identidades y nos aleje de la miopía histórica buscar  la certeza histórica. (Generar dudas sobre nuestras visiones del mundo) una historia de la cultura tiene que permitirse  ir y venir sin encontrar su solución final.
El análisis crítico  y descriptivo que hace Tenorio Trillo, es muy bueno ya que argumenta de manera ordenada y clara  como se ha estructurado el concepto de cultura en hispano América y cuál debería ser su directriz, la cual considero  es muy acertada porque la historia cultural debería estudiarse e identificarse desde una mirada reflexiva y retrospectiva sobre nuestras fallas y virtudes en la historia para tener mayor  conciencia de  a personamiento a la hora de direccionarla.  Pero sin embargo el confirma que el continente hispano americano  no ha podido desprenderse de    las formas de conocimiento y escuelas europeas, ha sido una empresa imposible, siempre las raíces se toman de allí así aquí se busquen perfilarlas a nuestras necesidades. Es decir que estamos perseguidos todavía por  la óptica colonial o más bien nosotros somos los que la perseguimos. Aunque la diferencia actualmente  es que América latina se encuentra en la libertad de buscar sus propios caminos y sus propias respuestas, de acorde a sus carencias y preocupaciones.    
Pues bien teniendo en cuenta  dichas argumentaciones por los autores anteriormente citados  se podría concluir  que la cultura  Latino americana y la manera de contar  su historia siempre ha estado alineada y  permeada por  la formación del pensamiento y conocimiento eurocéntrico, teniendo claro que el concepto de  América surgió  de  la colonia. Pero también hay que  pensar  finalmente que  la construcción del mundo en general, igualmente se ha caracterizado por invasiones, acoplamientos y dominios de   unas  culturas a otras y que la diferencia entre ellos y nosotros es  que han tenido una gran cantidad de tiempo para definirlas aceptarlas,  digerirlas y apropiarlas. Hasta hora se puede decir que Hispano América está en ese proceso de identificación y de  estudio definiendo  sus propuestas y rutas, haciéndose reflexiones  de su  origen y fondo ya que América latina  ha vivido de manera brusca y    accidentada lo que al viejo mundo y Asia les tardo siglos y este es un largo proceso que como bien lo dice Trillo se tiene que mover y asimilar  entre en un ir y venir.
En cuanto  a  la propuesta de mi tesis, estas reflexiones e indagaciones  me sirven para definir históricamente y críticamente los conceptos en los que se origino       la iconografía mural del siglo XVI en Tunja hallada en las  casas civiles   y conventos, esta  se    justifica   y  asume      desde  un  pensamiento totalmente conquistador. Partiendo como primera medida  de sus estilos artísticos los cuales, lograban identificarlos  según  los   valores   establecidos que ya traían con ellos, y también está acompañado de la manera como    los  colonizadores se    querían reflejar frente a la sociedad colonial. Como se querían hacer notar y  percibir frente al otro, señalando una línea no sólo de cómo  se debe  entender el mundo  sino  de cómo se debe  representar  artísticamente. Las pinturas  murales fueron una manera primigenia  de alfabetizar  y de introducir al nativo en la  visión europea, estas pinturas se caracterizaron por su representaciones religiosas y  la manera como significaron  sus emblemas de poder y jerarquía frente  a los otros ante lo que no era como ellos y por ende no valía, siendo  sinónimo de barbarie. Aunque  algo muy interesante de este trabajo pictórico es que con el tiempo adquirió un americanamiento en sus ornamentaciones, pero nunca dejo de dibujarse y diseñarse desde la óptica colonial. Y hay quienes hablan de un sincretismo cultural como Gruzinski en su estudio sobre  la colonialización de lo imaginario y describe como en la cultura mexicana  las concepciones nativas estuvieron  limitadas  en un contexto subalterno por la óptica colonial. Pero que ahora se pueden explorar como elemento de estudio ya que no desaparecieron en su totalidad y persistieron pese a la invasión colonial.   

















[1] Mignolo D Walter. La idea de América Latina. Editorial Gedisa. Barcelona. 2005 La configuración geopolítica de los instrumentos con que se medía la naturaleza de los seres humanos en base a una idea de la historia que los cristianos occidentales la única idea verdadera y aplicable a todos los habitantes del planeta, llevo al establecimiento de una matriz colonial de poder a dejar determinados pueblos fura de la historia para justificar la violencia en nombre de la evangelización. La civilización más recientemente del desarrollo y de la democracia de mercado. Pág. 30
[2] Ídem La lógica de la colonialidad opera en cuatro dominios de la experiencia humana: (1) económico apropiación de la tierra y explotación de la mano de obra y control de las finanzas;(2) político control de la autoridad;(3) social control de género y sexualidad, y(4) epistémico y subjetivo/ personal control  del conocimiento y de la subjetividad. Pág. 36
[3] Carmagnani Marcello. El otro Occidente América latina desde la invasión europea hasta la globalización. Fondo de cultura económica .México. 2004.
[4] Ídem La consolidación de los criterios corporativos refleja hasta que punto se prolonga en la sociedad americana la concepción estamental europea, fenómeno que se evidencia también en la expansión del clientelismo. Pág. 85
[5] Barriendos Joaquín. Apetitos Extremos la colonialidad del ver y las imágenes de archivo sobre el  canibalismo de Indias.
[6] Arteta Nieto L. E.   Ensayos históricos y sociológicos. Instituto Colombiano de Cultura. 1978.Pag 229
[7] Ídem. Esa cultura desaparece bruscamente. Es sustituida por  la visión de la vida y del mundo que imponen los españoles. Es lo que se denomina en los manuales  de historia colombiana la cristianización de los indios.
[8] Trillo tenorio Mauricio. Historia general de América latina vol. IX. Ediciones Unesco.  “Historia cultura y América Latina Las Dos Últimas Décadas Del siglo XX”

El Asturcon (Inspirado en el arte rupestre Español)



Los siguientes   acercamientos son de una pintura  mural hecha en (combita- Boyacá) con tierras  minerales, inspirada en los caballos del museo rupestre de (Asturias- España)
Autor: María del Pilar Espinosa
Título: El Asturcon
Técnica: Tierras  minerales con acrílicos 



























sábado, 16 de marzo de 2013



EL ARTE PICTORICO EN LA INDEPENDENCIA COLOMBIANA

Las artes visuales   desde su origen  han servido  como referente histórico, por medio de ellas, podemos saber los conceptos,  y creencias que ha practicado  el hombre durante el trascurso de la historia. Sin embargo todavía no se han desarrollados estudio de historiografía    a partir de la imagen[1],  ya que se  ha considerado  que    el trabajo artístico, (en nuestro caso el pictórico), no se entiende como un  documento sino como obra de arte. Es decir que pierde su carácter documental   por considerar que    la labor artística se    encuentra ligada    a  la subjetividad de quien la realiza  y por eso no hay mayor veracidad en ella. Así  sean los  trabajos artísticos  los  únicos referentes  de imagen  que se tienen sobre determinadas épocas de la historia.
Se debe pensar que el uso de la imagen ha perdurado desde el origen de la humanidad, por ende las  interpretaciones que hace el hombre sobre su entorno por medio de una representación visual solo buscan reflejar  las percepciones y los imaginarios que abstrae de manera penetrante  de  la época en la que vive.  Bien lo expresa  Schnaase  “En verdad la aguda visión del espectador penetra también profundamente en la naturaleza de una nación al examinar su vida política o sus logros científicos, pero los rasgos más sutiles y más característicos del alma de una pueblo solo pueden ser reconocidos en sus creaciones artísticas”[2]. Cabe decir que la principal función del arte es representar la existencia  humana por medio de imágenes, y  si   a esto se le agrega, que la imagen  se convierte en icono  y a su vez el icono en un símbolo, pues entonces se puede decir que  la imagen  va adquiriendo unas significaciones determinadas dentro del lenguaje dependiendo del uso que se le quiera dar, construyendo así un sendero   iconográfico  que   define y justica el origen y el fin   de  la imagen. 
Bien en el caso de las independencias americanas cabe decir que buena parte su inspiración ideológica  provino de la revolución francesa[3], por ende la acción   cultural   también estaba  permeada por   tales  postulados ideológicos  de  libertad, Justicia, nación, patria,  ya que eran conceptos que generaban no solo una actitud política y cívica sino también artística. Ahora que estos trabajos artísticos partían de unos senderos  icónicos los  cuales se re significan de acuerdo  a dicho  momento histórico. Es decir que el trabajo artístico está determinado por su tiempo y un  espacio.[4]  De ahí a que el hombre diseñe imágenes que después se retoman y se re significan según la necesidad o la intensión  que tenga la sociedad que los usa.
Ahora que las  alusiones o las alegorías que se representaron por medio de  las  imágenes   sobre la independencia  republicana, tenían  la finalidad de reconfirmar las ideas de la época dentro del imaginario colectivo, para el caso  se puede traer a colación la historia que cuenta Gombrich sobre los republicanos francés, el autor cuenta que en un acto público en 1793 en Notre Dame,  se erigió un pequeño templo de  estilo griego, para honrar a los pensadores de la patria  donde  se encontraban  Rosseau  Voltaire, Montesquieu etc. sobre el altar ardía la llama de la verdad y del templo surgió una mujer  muy bella vestida de blanco, con un manto azul, llevaba  un bonete rojo y  sostenía una pica con la mano derecha y se realizó una oda a la libertad, Aquella mujer simbolizaba la libertad y en el poder que adquiría en el imaginario colectivo de las gentes que asistieron al evento como representación de la libertad[5] Estas representaciones  para los  siglos   XVIII y XIX   fueron tan emblemáticas en Europa que fueron  fuente de inspiración de muchas alegorías sobre la libertad realizadas en América, para el caso se podría    hacer referencia al grabado que se publicó en 1884 como monumento conmemorativo  en Mompox haciendo  apología a la libertad y la independencia total de España (imagen 1) [6]
Bien, cabe decir que   muchas de las representaciones que se erigieron en nombre de la independencia americana tuvieron su origen en  la republica francesa[7], los monumentos, la arquitectura y el trabajo artístico. Ahora que según el investigador  Giraldo el cambio artístico en Colombia para la época de la independencia  fue positivo y motivador  para narrar las experiencias de nuestra insipiente república, las cuales contribuyeron al cambio del estilo artístico, ya que la colonia el arte se caracterizó exclusivamente por  las imágenes religiosas y las de orden jerárquico, La pintura republicana, por el contrario es  una tradición fiel y exacta de aquella época tormentosa, anárquica e insubordinada, prometedora y conturbante pubertad de nuestra nacionalidad [8]“ El surgimiento de   la republica dio paso a contar a través de la pintura, las acometidas independentistas.
  Cabe  decir que muchos de los cuadros que representan las batallas independentistas fueron pintados en su mayoría  después  de dichas guerras, por gente que había estado en las luchas como es el caso del reconocidísimo artista y soldado   José María Espinosa o por otros  pintores que se limitaron a recrear sus obras leyendo o  escuchando  a quienes estuvieron en las batallas o también   se inspiraron viendo   las pinturas que narraban las hazañas de la querrá.
En cambio para el investigador  Barney, el arte en la independencia, a diferencia de Giraldo el considera que  cultural  y artísticamente no hubo ninguna “emancipación artística”  y tampoco nada novedoso, ya que las instituciones   no habían cambiado y solo había cambiado el amo[9] Es decir que culturalmente  la gente se mantenía bajo los mismos parámetros.  La cultura no cambia por razones políticas. La guerra libertadora no  pudo afectarla de inmediato ni agrieto sus bases tradicionales. Las condiciones históricas de las dos primeras décadas del siglo XIX no ejercieron fuerza suficiente como para determinar nuevas presencias o innovaciones en el acervo cultural”.[10] Es decir que  no hubo  un movimiento artístico muchas  que narraran las luchas  o se comprometieran con los hechos políticos de la independencia porque no tenían pedido para aquellos tiempos de crisis. Los pintores y artesanos a un continuaban pintando lo que se les pedía fuera relacionado con motivos religiosos o personales.
Llegando a este punto  es apropiado decir que las limitaciones o las carencias que hubo dentro del  trabajo artístico, también reflejaban la convulsión y la desorientación de la época. Para Xavier  Guerra  queda claro que  los primeros años de toma  de  independencia Colombiana estuvieron motivados más por  la ausencia del rey  que por una verdadera convicción republicana.[11] Desarrollar acuerdos políticos que establecieran definitivamente la republica   a principios del  siglo XIX no estaba claro, bien lo dice su discípulo Thibaud, “existe un vínculo muy estrecho, en la gran estrategia, sociología militar y las trasformaciones políticas y jurídicas, culturales y sociales y queremos indicar cuál es el vínculo, por esta razón las guerras bolivarianas sufren en 15 años una evolución que a Europa continental le llevo siglos”[12]
Así que exigir un movimiento artístico o una   propuesta contestaría o innovadora que retratara de manera crítica y  contundente las posiciones políticas y sociales de la época era algo  complejo en tal ambiente de confusión y desorientación. Aunque esto no significa que el arte independentista no tuviera una cadis  político  dentro de su estética, el hecho  de retratar las luchas y enaltecer a los superhombres de batalla dentro de la narrativa pictórica tenía un   carácter político como ejemplo está el pintor  José María Espinosa, ferviente y apasionado  seguidor, de las causas de retratándolo como un héroe[13]
 Para Barney el trabajo artístico que si tuvo carácter colectivo fue  el que se hizo       a principios del siglo XIX  tiene que ver con la expedición Botánica y con la comisión corográfica[14] En el que el arte estuvo al servicio de la investigación científica.
En lo que sí están de acuerdo  Giraldo y Barney  es en que el trabajo artístico realizado en el que se narran escenas de guerra no solo sirvió como testimonio  histórico  sino que también se usó con el fin de generar sentimientos de identidad nacional y  de amor patrio en sus espectadores y una de sus formas más representativas fue  hacer apología a los precursores de la patria, resaltando sus virtudes, mostrándolos como los  héroes que luchaban por los ideales de un pueblo[15]. Se buscaba reconfirmar por medio de estas obras  sentimientos de unión, patria y nación. Aunque cabe decir que estas ideas estaban interiorizadas por la población de ese entonces y las expresiones artísticas solo buscaban reforzarlas más haciendo apología al amor patrio y los que se rendían y luchaban  hasta el final para defender la nación. Así  que quienes podían ser ejemplo de ello, “los héroes” los cuales estaban llenos de virtudes y profundos ideales patrios. Esta fue una manera  de definir y difundir ideales republicanos en  el    imaginario colectivo de ese tiempo.
Ahora que dentro del trabajo iconográfico  la figura del héroe  es una patente que tiene dentro de sus características estéticas una finalidad[16] como ya habíamos dicho antes política la cual   confirma las ideas y  sentimientos   de historia e identidad nacional.
  Hubo una necesidad por engrandecer a los precursores de la independencia nacional, para fortalecer  y acentuar las virtudes que prodigaban, hay que entender que  la finalidad de estas imágenes era conseguir población  que se identificara con estas imágenes admirándolas, estimándolas como una verdad y así se prestara     para servir a   los fines intendentitas. Ese  espíritu de lucha  estaba originado por los precursores y los seguidores de tales causas, como ejemplo cito unas frases del general Nariño.
“El militar virtuoso, el buen soldado,
  que abandona a sus hijos y a sus esposa,
solo por ver su patria victoriosa,
 no hay duda que merece ser premiado
pero el flojo el infame el cuitado
que con una conciencia criminosa
 no busca en los gobiernos otra cosa
 que aumentar su fortuna y ser horado
 es digno de una eterna maldición
 y debe ser tratado con rigor”[17]

Esto quiere decir que el pensamiento de la población tenía que ser equivalente a su expresión artística, lo cierto es que estas representaciones sobre la independencia republicana  se han mantenido desde entonces hasta hoy. En este texto citaremos algunos ejemplos de cómo se ha mantenido ese imaginario dentro del arte. Perpetuándose y reproduciéndose  los mismos símbolos, en las pinturas, esculturas, monumentos posteriores, las remembranzas del centenario,  hasta los seriados y películas  de carácter histórico que se han realizado sobre dicho tema. Al igual que monedas billetes, medallas en fin. Es decir que las primeras imágenes que se realizaron sobre los precursores como  figuras heroicas se convirtieron en iconos y así se propagaron   dentro del imaginario colectivo,  se podría decir que en el transcurso de estos  doscientos años  estas recias figuras hacen parte de la memoria. Ya que su iconografía  ha dado pie para que  se sigan representando de todas las formas posibles eso si  bajo el mismo significado el de héroes.   Para tal caso  vamos a citar algunas representaciones artísticas  de los precursores.
Bien, uno de los pintores más reconocidos no solo por su trabajo artístico, sino  por  ser pionero en retratar las batallas y los héroes fue José María Espinosa quien fue admirador   y seguidor de los ideales republicanos y su labor  fue reconocida por dichos precursores a los cuales conoció, dándole esta opción la oportunidad de retratarlos entre ellos El general Simón Bolívar[18]                ( imagen 2)  en ella  se puede admirar la postura hierática del libertador, el traje militar, la posición corporal es muy típica de estas representaciones en  la época las cuales fueron utilizadas para retratar a otros  precursores, , como recias figuras,  exhibiéndose de manera imponente.
 Otro ejemplo sería el de  el  general Santander pintado por el mismo autor (imagen 3) si observamos bien conserva la misma postura corporal del libertador, con la diferencia de que en su mano izquierda se posa sobre la espada y su mano derecha tiene la constitución[19],  y de fondo hay una alegoría a la batalla a  la lucha   a la victoria. Santander mantiene la imponencia y al igual que la imagen del libertador se muestra como una recia figura.
En la (imagen 4) encontramos a el General Nariño pintado por el mismo autor en 1825. En esta ocasión se encuentra de perfil, con su traje militar y su postura  hierática y recia como la de Simón Bolívar en la (imagen1)  el fondo es plano para así centrar en él la atención del espectador.
Estas primeras imágenes sobre los precursores  de  nuestra patria  señalaron el camino  iconográfico de dichos personajes hasta hoy. Las representaciones posteriores en arte, cine y televisión  no han perdido su esencia, solo se podría decir que atreves de estos medios  se han masificado sus recias figuras. Como se verá en las siguientes imágenes.   
En la (Imagen 5)  encontramos otra vez al libertador en la contraportada del Romancero.  Retratado por Alberto Urdaneta, quien se encargo de reproducir y de difundir imágenes que mantuvieran la idea del héroe[20] como se puede ver evoca la posición de perfil  que había utilizado Espinosa y mantiene  la imagen del libertador de una manera hierática, recia, con postura imponente y como detalle en su uniforme militar lleva enganchada una espada. Cabe decir que la imagen del libertador dio para muchas representaciones en las que se buscaba hacer un hito y un  mito histórico  el mismo fin asemejarlo a un superhombre.
Otro caso es  el de la (imagen 6) de 1884 se muestra a Bolívar como figura central de los  símbolos libertarios y se le hace apología con un himno que rememora su importancia histórica. En el  Periódico Ilustrado, nombre que dice mucho de los conceptos que se tenían. Es interesante ver como con el tiempo estas  imágenes adquieren  un  nivel propagandístico  con el fin de seguir afirmando los mismos ideales patrios recreados por los primeros  pintores.
En la (Imagen 7) encontramos que se celebra el centenario de la Independencia y como muestra de ello  se tiene  esta  litografía en la que aparece el monumento de Bolívar realizado por Frémient[21]Aunque esta litografía adopta mas símbolos dentro de la imagen además del monumento, como primera medida de la cabeza del general Bolívar se desprenden unos rayos  de  luz que van hacia la cielo, la posición de la figura del general, hace recordar la manera como los romanos erigían los monumentos a los  emperadores, al final del monumento se encuentra una espada envuelta en una corona de laurel simbolizando la lucha y la victoria  el fondo es  alegórico al  estilo de arquitectura neo clásico  y  en las letras que dice “centenario de la independencia” se encuentran engarzadas en  laureles, y la C de centenario concluye con un águila, que demuestra la templanza.  Cabe decir que  para este tiempo la manera de confirmar los símbolos patrios era por medio de  medallas y medallones, que por su puesto retrataban la figura de nuestros próceres y se entregaba en actos solemnes que promulgaban las virtudes de nuestros héroes patrios.
La imagen 8 es una escultura del artista Arenas Betancur  se llama el Bolívar desnudo.1963 la  escultura  se encuentra en la plaza de Bolívar de Pereira y se mando a hacer como conmemoración del  centenario de la ciudad. La habilidad histriónica del artista para concebir esta escultura  de carácter  monumental.  Se podría decir  que esta es una visión de vanguardista del general, de hecho fue objeto de polémica en un principio, Claro sacar  al libertador de sus posturas tradicionales, no era fácil de admitir,  por su expresión y su desnudez pero aun así no pierde la imponencia y la actitud heroica que lo caracteriza.
La Imagen 9  corresponde a dos seriados de la televisión Colombiana el primero realizado en 1981 en un seriado que se llamaba Revivamos nuestra Historia, en las que describían las hazañas del General Bolívar, y la otra fotografía corresponde a la imagen de del general Bolívar en un seriado se llamó Crónicas de una generación trágica  de 1993 los seriados televisivos logran masificar y homogenizar las visiones que se tienen de los próceres, que a pesar de tener parte de ficción y de  hechos históricos no pierden su características de héroes y hombres progresistas con las ideas patrias.
La última imagen que traemos a colación en este texto  hace parte de la exposición que está haciendo el archivo de Bogotá, sobre la imagen de los próceres y para esto han invitado  a  artistas  latinoamericanos para que den sus nuevas lecturas por medio de la ilustración  sobre los héroes de la patria. Bien el trabajo artístico no está dentro de los parámetros clásicos en los que se  recreaban a  los héroes, pero dentro de esta caricaturesca pintura se pueden identificar   los próceres en que se basaron para hacer una reinterpretación de sus recias figuras.       
No cabe duda que las imágenes de los próceres desde su origen  se han  vuelto iconos de  la independencia nacional convirtiéndose en figuras que se han propagado y  se han mantenido con el  significado heroico, convirtiéndose parte de la cultura pop  de nuestros tiempos. Así los trabajos artísticos den pie a nuevas imágenes y nuevas lecturas. Lo importante es mantenerlos en la memoria viva, ese es el fin  de estos trabajos visuales, no es solo  recalcar la figura rancia del prócer, no es mantenerlos en la memoria,  renómbralos y tenerlos presentes dentro de nuestras  formas de hacer arte, cine o televisión. Aunque cabe decir que las nuevas visiones de los héroes dentro de nuestro imaginario están relacionados también con los  trabajos de historiografía que buscan dar otras respuestas a los hechos históricos    se han preocupado por analizar  las batallas independentistas, de otra manera  por desmitificar la figura del héroe, y considerar  más bien que el esfuerzo de todos los que participaron fue lo que saco adelante las batallas, por hacer estudios más detallados de archivo sobre  la vivencia de la población que lucho en esas acometidas, logrando desmitificar que el surgimiento de la republica fue un postulado vertical y progresista, Estudios historiográficos que buscan a  fin de cuentas   hacer    un relato  más humano de esas miles de personas sin nombre que  vivenciaron   las complejidades de la guerra y sus ideologías. Historiografías que  tienen como  fin hacer un acto de memoria y no de historia, como diría Benjamín. Es decir  hacer un balance que no se abrace como cliché  a determinados  acontecimientos históricos, sino que más bien  se analice y se mire con retrospectiva  de manera  crítica.     

(Imagen 1  Autor E. Bourdelin Aniversario del 6 de Agosto de 1810- 1884 por  [22])

( Imagen 2. Autor José  María Espinosa- Simón Bolívar. 1830[23])

(imagen3  Autor. José María Espinosa. El general Santander 1853[24])

(Imagen 4 Autor. José María Espinosa. El general Nariño 1825)


(Imagen 5. Autor. Alberto Urdaneta. Simón Bolívar 1883[25])

(Imagen 6 Autor Julio Racines . Periódico Ilustrado. 1884[26])


(Imagen 7 Autor Gastón Letarge. Apoteosis de Bolívar. 1911[27])


(Imagen 8. Autor Rodrigo Arenas Betancur. El Bolívar desnudo1963[28])


(Imagen 9 Iconografía del Libertador llevada a  la televisión 1981. 1993[29])

(Imagen 10 Autores varios. Exposición sobre el bicentenario. Archivo de Bogotá  2011[30])





[1] Gombrich E.H. Los usos de las Imágenes. Fondo de cultura Económico. 1999. México. P 262
[2] Ídem. P 264
[3] Thibaud Clément. Republicas en arnas. Los ejércitos bolivarianos en la guerra de independencia en Colombia y Venezuela. Planeta. Bogotá.2003.  La guerra independentista    estaba relacionada con términos como Ciudadanía, Soberanía Representación, Republica y Nación. Todos estos conceptos eran propios del momento que se estaba viviendo, la revolución francesa, los derechos del hombre, la guerra entre españoles y franceses  por el poder de España, en fin,  todos estos discursos estaban a la orden del día, los cuales sirvieron para fundamentar y caracterizar la guerra entre criollos y realistas, ya que al denominarlos así se alude a la guerra misma.   
[4] Panofsky Erwin. Estudios sobre iconología. Alianza universidad. Madrid. 1980. P XIX
[5] Opcít. Gombrich E.H.  “No podemos pensar en nada sin la ayuda de las imágenes, el análisis más abstracto, y razonamiento más metafísico quedan más allá de nuestro alcance; es solo mediante atreves  de las imágenes como somos capaces de recordar. Debéis tener esto en mente causando elaboréis vuestro calendario […] Consientes de que el dominio de la inteligencia humana vive de imágenes, al concebir estos nombres hemos explotar incluso los elementos de imitación inherentes en el lenguaje….” P 165
[6] Ídem.se pueden apreciar las rejas y tres de los cuatro faroles que rodean el pedestal sobre el que se levanta una estatua que representa la alegoría a la libertad: una mujer descalza, ataviada con ropas sencillas, que ha roto las cadenas que la apresaban (todavía rodena sus muñecas) y levanta una espada (atributo a la justicia) con su mano derecha en el pedestal esta atribuida a una frase a Simón Bolívar (Si a caracas debo la vida a Mompox debo la gloria).”
 P 94
[7] Giraldo Jaramillo Gabriel. La pintura en Colombia. Fondo de cultura económico.  1946. México. “El siglo XIX americano, a pesar de haberse despojado de la tutcla española no estuvo en capacidad de extraer de su propia sustancia elementos de cultura; continuo todavía ignorando la tierra y el hombre de América y busco ávidamente  en Francia  las fuentes de su  inspiración; la influencia francesa que se hizo en la España de  los Borbones a través de todo el siglo XVIII y solo llego  a América en pleno siglo XIX, lo que era natural ya que todos los fenómenos políticos sociales y culturales han llegado a América con algún retraso; […]” P 104 - 105
[8] Ídem.P 106
[9] Barney Cabrera Eugenio. Temas para la historia del arte en Colombia. Universidad Nacional. Bogotá 1970. P 55
[10] Ídem. P. 68
[11] Sánchez Gómez  Gonzalo y María Emma Wills Obregón. Museo memoria y nación (Francois Xavier Guerra. La identidad republicana en la época de la independencia) Museo nacional. Bogotá 1999.  P 62
[12] Opcít. Thibaud Clément. Republicas en arnas. Los ejércitos bolivarianos en la guerra de independencia en Colombia y Venezuela. Planeta. Bogotá.2003
[13] Opcít. Giraldo Jaramillo Gabriel P 110
[14] Opcít. Barney Cabrera Eugenio P 57
[15] Ídem.  “Más tarde, cuando el sol triunfo consolida definitivamente la estructura republicana, principian a surgir pinturas recordatorios y alegóricas de marcada ingenuidad y es notable, el profuso, acartonado y lisonjero arte iconográfico concebido para alagar a los victoriosos generales y gobernantes”. P. 64
[16] De Pedro Robles  E. Antonio. Revista de ciencias sociales de la región centro occidental. (La imagen artística como documento histórico)Barquisimeto. N 11  Enero diciembre del 2006. “En particular porque la función propaganda de estas imágenes, está íntimamente ligada al desarrollo de la estética política. Es decir lo primero que intenta la pintura histórica es persuadir al espectador que se encuentra ante una obra que complejiza la idea de belleza( según los paradigmas y modelos artísticos predominantes del momento) presentándose como un objeto único y valioso, que además es portador de una información “realista” que viene alabada por una conciencia histórica que ha adquirido carta de institucionalidad;”
 P 17
[17] Opcít. Las historias de un grito. Doscientos años de   ser colombianos.24
[18] Ídem. “Hacia 1820 artistas como Pedro José Figueroa Y José María Espinosa Prieto entre otros conocieron a muchos de los personajes que participaron en la independencia  e hicieron algunos bocetos, pinturas y miniaturas. Espinosa por ejemplo, realiza bocetos y dibujos al natural de Bolívar en 1828, que le darán las bases para toda la iconografía que realiza posteriormente en torno al libertador. A partir de estos registros se construye y se materializa la imagen de los héroes, y se conforma una iconografía que influirá en las representaciones que se realizan durante las  décadas posteriores.” P 39
[19] Ídem. 43
[20] Ídem.  79
[21] Ídem. 108
[22] Las historias de un grito. Doscientos años de   ser colombianos. Exposición conmemorativa del bicentenario 2010 Museo Nacional de Colombia. 2010. Bogotá. P 94
[23] Ídem. P. 42
[24] Ídem. P 40
[25] Ídem. P 79
[26] Ídem P 80
[27]Ídem P 108
[28] Internet Wikipedia
[29] Opcít. P 233
[30] Internet. Google